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El empiece definitivo (1955-1964) | |
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Regreso a España
España está muy cambiada y ha prosperado. Dejando atrás una vida y un provechoso negocio en funcionamiento, Luis Molina Acedo decide volver a su Madrid natal y empezar de nuevo. Miraba al futuro con esperanza e ilusión.
 La familia Molina deja Lima, Perú el 20 de Junio de 1953. Atrás quedan infinidad de finos trabajos en plata de estilo español y colonial entre los que cabe destacar el gigantesco Marco de Plata de la Beata Santa María de Jesús (Quito), el Bastón de Mando para el Alcalde de Quito, la Custodia de Latacunga, las ánforas de 1.20 m de altura y el sagrario barroco de las Madres Mercedarias. El deseo de volver a España pudo mas que la nueva vida, amigos y taller que habían llegado a tener en el Nuevo Mundo. Una vez en Madrid, Luis Molina empieza nuevamente de cero, centrándose en el diseño, cincelado, repujado y acabado final. Sus instalaciones dan paso en poco tiempo a un taller con ya nueve trabajadores en la calle María Pedraza, dentro del madrileño Barrio del Chufero. Cabe destacar que aquí ya contaba con un equipo de platería completo. Cuatro plateros, un grabador, un cincelador, un pulidor, un entallador y él mismo que se encargaba de los baños electrolíticos y del acabado final. De este primitivo taller salieron ya numerosas piezas importantes como el exquisito Trono de Montoro (Córdoba). La reputación de Platería Molina (como así se la conocía entonces) empezó a crecer rápidamente entre la clientela local y nacional, entre los que podemos destacar a la afamada tienda madrileña de artículos religiosos: Santarrufina.
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Catálogo 2023 (27mb)
